La gran mayoría de las capacitaciones sean del tema que sean, están mucho más enfocadas al conocimiento que a la capacidad de desarrollar “creatividad aplicada”. Esto no es una crítica, es el reflejo de una realidad que consideramos importante resaltar.

Así como históricamente se consideraba al coeficiente intelectual como variable importante para el éxito (actualmente relativizado por la inteligencia emocional), “tener conocimiento ayuda pero no es suficiente”.

Valoramos profundamente el estudio, la capacitación, las especializaciones y toda actitud que lleve al ser humano a desarrollarse intelectualmente, profesionalmente y como persona solo que en la actualidad, no complementarlo con espacios específicos dedicados al desarrollo de “valores humanos” que acompañen al conocimiento, desde nuestro punto de vista no es completo.

La mayor cantidad de situaciones problemáticas en el ámbito empresarial no se generan por falta de conocimiento sino por problemas de valores. En situaciones realmente complicadas, la “creatividad” es la que más nos ayuda para solucionar los problemas.

Esta reflexión no es nueva. Un científico alemán nacionalizado estadounidense del siglo XX reconocido internacionalmente por su capacidad lo expresaba de la siguiente manera:

“En momentos de crisis la imaginación es más efectiva que el intelecto”

Albert Einstein (1879 – 1955)